El problema
Necesitamos más agricultura…
Según McKinsey, la alimentación y el agro forman una industria mundial de $5 trillones de dólares. Se prevé que la demanda calórica aumentará en un 70% para el año 2050, y la demanda de cultivos para el consumo humano y la alimentación animal aumentará en al menos un 100%. Según Mordor Intelligence y MARKETSandMARKETS, los mercados de fungicidas y bactericidas agrícolas crecerán a la cifra récord de $33 billones dólares para 2023, y están creciendo significativamente más rápido que el negocio de la alimentación y la agricultura.
¡Pero menos veneno!
Los patógenos fúngicos y bacterianos causan pérdidas significativas a la productividad agrícola mundial y con frecuencia se convierten en epidemias difíciles de manejar. Los agroquímicos que utilizan un enfoque sistémico son la estrategia predominante de control de plagas en la agricultura comercial, en todo el mundo. Sin embargo, estos agroquímicos pueden ser extremadamente dañinos para los trabajadores y el medio ambiente; y las plagas microbianas que buscan eliminar se adaptan a ellos. Esto con frecuencia resulta en un mayor y abusivo uso y resistencia microbiana que, a su vez, dañan el medio ambiente y los trabajadores, perjudican la función de las plantas y las fincas y potencialmente ponen en riesgo a los consumidores finales.